– Vocación:

concebimos la abogacia como una manera de ser y actuar, donde la práctica del derecho no se limita únicamente a una carrera profesional, sino que se convierte en un compromiso profundo con la justicia, la ética y la responsabilidad social.

– Lealtad:

Nos implicamos en el compromiso ético y profesional de defender los intereses del cliente con honestidad, respeto y transparencia, siempre dentro del marco legal.

también incluye la confidencialidad, la imparcialidad, el respeto a la verdad y la diligencia, asegurando que se actúe con integridad y sin comprometer los principios legales o ética.

– Atención:

no entendemos la tarea profesional como la mera tramitación de asuntos, sino como la atención a personas que piden consejo o que demandan patrocinio. Ello nos obliga a prestar un trato personal, directo y atento a las personas que depositan su confianza en nosotros.

– Independencia:

no podemos defender los intereses de nuestros clientes si, por modo implícito o explícito,  estamos sometidos a algún tipo de injerencia.

– Creatividad:

queremos ser elementos de apaciguamiento y cohesión social, concibiendo siempre el proceso como la última ratio para resolver el conflicto en las relaciones humanas.